dimarts, 7 de juny del 2011


CONSIDERACIONES SOBRE LA PATERNIDAD TARDÍA

En cada época de nuestra sociedad, han existido hombres que han sido padres a una edad avanzada. Pero hoy en día asistimos a un fenómeno cada vez en aumento, a un boom de los abuelos padres. Con el divorcio cada vez más frecuente y con las familias recompuestas dos o tres veces percibimos este fenómeno cada vez más cotidiano.
Ello lleva a preguntarnos qué particularidades se ponen en juego en estos casos en donde a la edad más bien propiciaría para pensar en la jubilación o  en cómo enfocar una parte final de la vida más tranquila, en lo que a compromisos se refiere, y pese a ello, hay hombres que en esta situación acceden a la paternidad, bien sea por primera vez o no.
La verdad es que tener un hijo a esa edad ya no es tan impensable como lo era hasta hace poco. Constantemente conocemos a través de experiencias propias o de medios informativos a hombres mayores que no sólo manifiestan abiertamente el ejercicio de su sexualidad, sino también sus deseos y logros en la paternidad.
A partir de la segunda mitad del siglo XX fueron apareciendo en los diarios  y revistas hombres famosos del cine que llegaban a ser padres en una edad tardía de su vida, recuerden a Yves Montand que fue padre por primera vez a los 67 años, o a Charles Chaplin que tuvo su decimo hijo a los 70 años o a Anthony Quinn que lo fue a los 80 años. Ser padre tardío, ¿es un fenómeno de “ser famoso”? En todo caso, es más propicio en hombres con cierto éxito económico y social, porque no olvidemos que algo tendrán que ofrecer a una mujer  joven, que elige a un hombre bastante más mayor, en lugar de un hombre de su edad o más joven.
Actualmente tanto los hombres que tienen un cargo público como los hombres de la calle alardean de ser padres en edad tardía. A ello se le suma, que para acceder a la paternidad en edad avanzada antes han tenido que seducir a una mujer joven y en muchos casos se trata de mujeres con belleza o incluso con cierto éxito.
Este fenómeno desata muchas preguntas con respecto al deseo de hijo, o más bien al deseo de hijo tardío. Y de qué manera se articulará el vínculo entre el abuelo padre y el hijo.  La pregunta de hipótesis sería ¿Existe alguna particularidad propia en el hecho de ejercer la paternidad en edad tardía, es decir produce determinados efectos en los hijos este tipo de paternidad?
Según Serge Hefez psicoanalista  al principio para un hombre tener un hijo en edad tardía no es un proyecto de él sino de su compañera, pero sin embargo esta nueva paternidad le rejuvenece y le da la ilusión que va a vivir una nueva juventud.
Para que a esta edad se establezca el deseo de hijo primeramente pasará por un deseo muy fuerte hacia la mujer, que ésta le aporte también una fuerte satisfacción sexual, de ahí la idea de rejuvenecimiento.
Posteriormente, en aquellos casos en que el padre esté fuera del mundo laboral ,el vínculo con el hijo le permitirá ir desarrollando su propio deseo, más allá de la madre, un vínculo que en padres que quizás habían accedido a la paternidad en su juventud no lo habían desarrollado o lo habían dejado más del lado de la madre.
Para los padres que estén activos, en el apogeo de su carrera, como no tienen nada que probar de su valía o capacidad profesional, pueden implicarse más en la función paterna. Pero pueden caer en la tentación de superprotegerlos.
Existen hombres que tienen además hijos de edades diferentes y de parejas diferentes. Y la paternidad  les viene al mismo tiempo que a algunos de sus hijos, con lo cual el hijo que tendrán, va a su vez a tener un tío de su misma edad. Y pensemos en la posible rivalidad de los dos (padre e hijo) que van a ser futuros padres.
Podemos preguntarnos también si un adolescente que tenga un padre abuelo, podrá ejercer la rebeldía contra este padre o lo percibirá demasiado débil para hacerlo, o será la madre la que deberá enfrentarse a su rebeldía.
En muchos testimonios de padres que han ejercido la paternidad siendo mayores se recoge su miedo a la muerte a desaparecer antes de que sus hijos sean mayores. Por otra parte todos expresan como la paternidad les ha dado una vitalidad nueva, un baño de juventud,  han tenido la posibilidad de reparar algo de sus anteriores paternidades.
Para la psicoanalista Geneviève Delaisi de Parceval existen dos tipos de padres tardíos: Los que recomponen una familia después de una crisis de pareja y los que tienen deseo de paternidad frustrado, ya que iban prolongando la decisión de ser padre para más tarde, debido a su trabajo o porque habían tenido parejas que no deseaban tener hijos. En los dos casos el recién nacido es vivido como la píldora mágica que servirá para superar la crisis de la mediana edad.
Lo que podemos pensar es que en tanto un hijo en edad tardía acostumbra a tener efectos muy vitales para el padre, porque no va a tener efectos también vitales para el hijo, a pesar de que tengan que hacérselas con el fantasma de la muerte. Quizás porque el hecho que la muerte este más cercana les permite más un saber hacer con la castración. ¿Un padre en edad tardía puede transmitir al hijo ese saber hacer con la castración? Y ¿Cómo se articula el fantasma de la muerte con el nacimiento de un hijo? a pesar de que esta pregunta lo podemos siempre trasladar a cada sujeto que deviene padre o madre, en el caso que hoy nos ocupa lo que se sabe es que la muerte del sujeto que devine padre está más cerca.
En todo caso, lo que se pone en juego en la función paterna, tendrá que ver con la particularidad de cada sujeto, por otro lado no podemos reducir al padre a una contingencia histórica, de hacerlo no nos permitiría entender al padre más allá de su función educativa.  Lacan recurrió a la pluralización de padres: padre imaginario, padre simbólico y padre real; como resumen del resumen diríamos que nos referimos al padre contemporáneo, a la función paterna y al operador estructural, verdadero agente de la castración.  Desde el psicoanálisis tendremos que ponernos en este registro para abordar la función de padre y no quedarnos en un hecho puramente cronológico.
Actualmente, en esos montajes muy complicados de padres, la clínica también nos puede servir para investigar lo que funciona o no como broche para un sujeto, sabiendo que hay otros broches que los nombres del padre.
Matilde Pelegrí Moya
Miembro del Foro Psicoanàlitic Barcelona y de la EPFCL
Psicóloga y Psicoanalista
Montserrat Romeu Figuerola
Miembro del Foro Psicoanàlitic Tarragona y de la EPFCL
Psicóloga Especialista en Psicología Clínica y Psicoanalista  
1/06/ 2011